Description
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe del 2002 analizó 26 factores de riesgos alrededor del mundo, en el que está incluida la contaminación del aire de interiores (indoor air pollution) generado por combustibles sólidos (WorldHealthReport 2002)i. Para estimar la carga de enfermedad asociada al uso de combustibles sólidos, la OMS ha diseñado una metodología, basada en la revisión sistemática de estudios científicos al respectoii. En esta se define el uso de combustibles sólidos como la combustión de carbón o biomasa (tales como: carbón vegetal, estiércol, leña, o residuos de la agricultura como las cañas del maíz y otros). Se estima que cerca del 50%de todos los hogares del mundo y el 90% de las viviendas rurales utilizan combustibles sólidos para cocinar y calentarseiii. Tales combustibles son incinerados en estufas con combustión ineficiente y con sistemas de ventilación muy pobres. En tales condiciones, el uso de combustibles sólidos genera la mayoría de emisiones con sustancias deletéreas para la salud humana (partículas respirables y monóxido de carbono) en concentraciones muy por encima de los estándares permitidos a nivel internacionaliv. La carga de enfermedad asociada a uso de combustibles sólidos es mucho más significativa en las comunidades con acceso inadecuado a combustibles limpios, particularmente en hogares pobres y áreas rurales de países en desarrollo en donde se estima globalmente, que constituye el 2.7%de los riesgos para la saludv. Las mujeres, niños y ancianos son los más expuestos a los riesgos del uso de combustibles sólidos, dado su rol y mayor permanencia en el hogarvi. El uso de combustibles sólidos se asocia con infección respiratoria aguda (incluyendo neumonías) en niños y enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer en mujeres (y en menor grado en hombres). En Guatemala la construcción de las estufas está exigiendo cada vez más la mejora en cuanto a diseños, eficiencia y calidad. Las estufas ahorradoras de leña como la estufa Tezulutlán, la estufa Onil y las estufas de plancha mejoradas contribuyen a disminuir el humo dentro de la vivienda, así como hacer más eficiente el consumo de leña por parte de la mayoría de la población del paísvii. Para aclarar si el humo de combustibles de biomasa es causa de infecciones respiratorias agudas bajas en niños menores de 18 meses, se realizó un ensayo aleatorio controlado RESPIRE (estudio aleatorizado de la exposición a la contaminación interior y los efectos respiratorios) entre octubre de 2002 y diciembre de 2004 (Smith et al., 2006). Este fue el primer ensayo controlado aleatorizado de una intervención que buscaba para reducir todos los días la exposición a la contaminación del aire interior de una población, a través de la introducción a los hogares que formaban parte de la intervención de una plancha‐chimenea para cocinar en cinco municipios del altiplano de Guatemalaviii. Además, se implementaron cuestionarios semanales de evaluación de uso y condiciones de las estufas mejoradas en el grupo de intervención (269 hogares)