Análisis del Sistema de Vigilancia Comunitario (ViCo) para neumonías diagnosticadas por rayos x en el Hospital Nacional de Cuilapa, Santa Rosa, Guatemala, 2007-2010,CARMEN LUCÍA CONTRERAS

Análisis del Sistema de Vigilancia Comunitario (ViCo) para neumonías diagnosticadas por rayos x en el Hospital Nacional de Cuilapa, Santa Rosa, Guatemala, 2007-2010,CARMEN LUCÍA CONTRERAS

Description

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que las infecciones respiratorias agudas (IRA) son la principal causa de muertes por infección a nivel mundial, causando 3.5 millones de muertes, siendo el 50% niños menores de 5 años (Olsen et al., 2006, Nohynek et al., 2009). En Guatemala, la OMS reportó que para el 2008 las principales causas de muerte de niños menores de 5 años, fueron la neumonía y diarrea (OMS, 2008). Sin embargo, se ha observado una disminución en la tasa de incidencia para neumonías y bronconeumonías, entre el año 2010 (387.61 por cada 100,000 habitantes) y el año 2011 (375.00 por cada 100,000 habitantes) (CNE, 2011). Las enfermedades respiratorias agudas (IRA) son afecciones del tracto respiratorio superior o inferior, generalmente de etiología infecciosa, que pueden producir un espectro de enfermedades que van desde infecciones asintomáticas o leves hasta enfermedades graves y fatales, dependiendo del patógeno causante, de factores ambientales y del huésped (OMS, 2007). Dentro de las IRAs, la neumonía es la más importante, y está causada por numerosos agentes etiológicos, virus y bacterias. En niños, la neumonía severa es principalmente de origen bacteriano. Streptococcus pneumoniae es el principal agente bacteriano causante de neumonía en niños menores de 5 años y adultos. Otras bacterias comunes en niños son: Haemophilus influenzae, Bordetella pertussis y Staphylococcus aureus. Entre los agentes bacterianos menos frecuentes podemos mencionar Legionella pneumophila, Coxiella burnetti, Klebsiella pneumoniae, entre otras. En niños mayores y adolescentes, prevalecen las infecciones con Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae (Waites et al., 2004; Stein y Marostica, 2007; Klugman et al., 2008; Nohynek et al., 2009). Las infecciones bacterianas usualmente están precedidas por infecciones virales. Una serie de virus han sido identificados como agentes asociados a la neumonía: virus respiratorio sincital, adenovirus, enterovirus, metaneumovirus humano, virus de influenza A y B, parainfluenza 1 y 2 y cytomegalovirus (McCullers, 2006; Stein y Marostica, 2007; Klugman et al., 2009). Los principales factores de riesgo para desarrollar neumonía en adultos y niños son: mala nutrición, bajo peso al nacer, ausencia de inmunización contra las paperas, falta de alimentación con leche materna, contaminación del aire dentro de las casas y hacinamiento. En general, la neumonía es una enfermedad asociada a personas de escasos recursos. Aunque las causas de IRAs abarcan diferentes patógenos bacterianos y virales, se estima que por lo menos la mitad de las neumonías graves en niños son causadas por Streptococcus penumoniae y Haemophilus influenzae tipo b (HIb) (Lagos et al., 2003). Existen vacunas disponibles para prevenir las infecciones por estos dos principales patógenos bacterianos, pero a pesar de esto la neumonía bacteriana sigue siendo un problema de salud pública tanto en países desarrollados como en países de escasos recursos (Olsen et al., 2006; Stein y Marostica, 2007; Nohynek et al., 2009). A pesar que la neumonía es una enfermedad de notificación obligatoria en varios países, la mayoría de las veces no está claro lo que se reporta. Los métodos de notificación incluyen vigilancia pasiva, definiciones de caso no estandarizadas basadas en diagnóstico clínico, ausencia de confirmación por radiología e identificación del patógeno en el laboratorio, lo cual limita el valor de los datos para ser utilizados en programas de prevención y control (Cherian et al., 2005; Olsen et al., 2006; Stein y Marostica, 2007). La comunidad internacional vinculada a la salud pública ha puesto grandes esperanzas en las vacunas conjugadas de polisacáridos contra Streptococcus penumoniae y Haemophilus influenzae tipo b (HIb), debido a su capacidad no solo de prevenir la meningitis y otras formas de infección invasora, sino también por su potencial para controlar la morbilidad y mortalidad infantil por neumonías bacterianas. La División de Vacunas e Inmunización de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) está promoviendo la vigilancia epidemiológica de neumonías bacterianas en niños latinoamericanos, con el objetivo de generar información epidemiológica que sirva de sustento a las decisiones de salud pública relacionadas con el uso de vacunas conjugadas en la región. Los estudios de este tipo que se realizan en el mundo aceptan la imagen radiológica de consolidación alveolar como criterio confirmatorio de una neumonía presuntamente bacteriana. Aunque la neumonía radiológica se usa en estudios epidemiológicos como medida de resultado y es comúnmente aceptada como el “standard de oro” para definir neumonía, existe una considerable variabilidad en la interpretación de las radiografías torácicas. En el 2001, un grupo de trabajo de la OMS elaboró definiciones de neumonía radiológica, como un método estandarizado de identificación, con un propósito estrictamente epidemiológico para evaluar el impacto de intervenciones destinadas a controlar la enfermedad (WHO, 2001; Lagos et al., 2003; Cherian et al., 2005). La importancia del análisis radiográfico radica en que puede ayudar a diferenciar un cuadro de etiología bacteriana o viral, teniendo en cuenta otras variables como edad, cuadro clínico y otros datos de laboratorio. Identificar oportunamente la etiología, ayuda a adoptar una conducta terapéutica adecuada y reduce el empleo innecesario de antibióticos. Lamentablemente, la confirmación etiológica por el laboratorio no suele estar disponible en el momento de la admisión del paciente, cuando debe definirse la conducta terapéutica. La radiografía del tórax es un auxiliar valioso y accesible en el diagnóstico de niños con neumonía, que puede estar disponible desde el ingreso de estos. En algunos casos, una radiografía puede ser el único indicador clínico-objetivo disponible para el paciente (Lagos et al., 2003; Ferrero et al., 2008;). El Sistema de Vigilancia Comunitario (VICO), que se lleva a cabo en la Universidad del Valle de Guatemala, está establecido en 2 departamentos de Guatemala: Santa Rosa (sur) y Quetzaltenango (nor-occidente). El objetivo general de VICO es establecer una línea basal de los casos de neumonía, generando información sobre la carga y las causas de la enfermedad. Otro de los objetivos del sistema es establecer una metodología que permita estandarizar la evidencia radiográfica de neumonía, para disminuir la variabilidad entre lectores y poder comparar los efectos y las intervenciones de otros estudios (Protocolo VICO). El análisis de VICO que se realiza en el presente estudio, consiste en describir la capacidad del método de interpretación radiográfica estandarizada para neumonía, desarrollada por el Comité de Vacunas e Inmunización contra Neumonía de la OMS (Cherian et al, 2005), y comparar su desempeño con una definición más amplia para estimar la carga de neumonía, desarrollada por el Dr. Harish Nair (comunicación personal Dr. John McCracken). Se analizará la evaluación de las placas de rayos x que han sido tomadas, como procedimiento interno del Hospital Nacional de Cuilapa, localizado en Cuilapa, la capital del departamento de Santa Rosa, para los pacientes ingresados en el estudio durante los años 2007 – 2010. Santa Rosa (14.16°N, 90.48°O), está localizada al sur de la Ciudad de Guatemala, con una población de 308,522 habitantes en un área de 3,164 km2. Tiene una altitud que varía desde el nivel del mar en la Costa del Pacífico hasta 1,945 m en la cima del volcán Tecuamburro. El departamento está dividido administrativamente en 14 municipalidades (municipios) bajo los cuales existen aldeas, caseríos, pueblos, villas, cabeceras municipales y fincas. La población del Departamento de Santa Rosa es de un 65% rural y un 35% urbana y está casi igualmente dividida entre hombres y mujeres. Aproximadamente el 97% de la población no es indígena y el 91% habla Español como su idioma principal. El Hospital Nacional de Cuilapa, es un hospital regional de referencia con 174 camas. Proporciona atención a los residentes de Santa Rosa y sirve como hospital de referencia para las municipalidades vecinas de Jutiapa y Jalapa. Cuenta con dos salas quirúrgicas, una sala para emergencias, un laboratorio y una clínica para ambulatorios. Es un hospital público que imparte docencia y, como parte del sistema de salud pública gubernamental, no cobra por ninguno de sus servicios o medicamentos. Para captar los casos, el personal de vigilancia en el hospital realiza una búsqueda activa en la emergencia, consultando los registros de admisión, registros de laboratorio y registros de radiología para identificar a pacientes admitidos con síntomas que sugieran enfermedad respiratoria. A los pacientes que cumplen con la definición de caso y estén de acuerdo en participar con el proyecto, se les pide información sobre su enfermedad, datos demográficos y factores de riesgo, y se recolectan las muestras apropiadas para determinar la etiología de sus infecciones. Los resultados se proporcionan a las facilidades de salud participantes y al MSPAS semanalmente. (Figura 1) Figura 1. Flujo de trabajo en el Sistema de Vigilancia Comunitaria (VICO) para neumonía en el Hospital Nacional de Cuilapa, Santa Rosa, Guatemala.