Análisis de la vigilancia epidemiológica de VIH y Sida del Hospital Roosevelt, Guatemala 2002-2010,AMALIA CAROLINA GIRON

Análisis de la vigilancia epidemiológica de VIH y Sida del Hospital Roosevelt, Guatemala 2002-2010,AMALIA CAROLINA GIRON

Description

Según el informe sobre la epidemia mundial de sida 2010, a nivel global 33,3 millones de personas vivían con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el año 2009, siendo 2,5 millones menores de 15 años. En ese mismo año se infectaron 2,6 millones de personas y fallecieron 1,8 millones (1). Para la región de América, fue estimado que 3,14 millones de personas vivían con VIH, 171 mil nuevas infecciones por VIH y 96 mil muertes asociadas al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida). Para Guatemala se estimó un total de 65.701 personas viviendo con VIH y 7.557 nuevas infecciones, esto significa 21 personas infectadas diariamente. En Guatemala, al igual que en la mayoría de los países de Centro América, la epidemia de VIH permanece concentrada en los grupos de mayor riesgo: hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras y trabajadores comerciales del sexo y sus clientes (2). Sin embargo, la información desagregada indica que hay zonas en que el VIH presenta características de epidemia generalizada (3). El Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, de enero de 1984 a diciembre de 2010 ha registrado 22.647 casos de VIH y Sida; de estos, 14.802 notificados como VIH avanzado (Sida), 7.761 como VIH y 84 sin clasificación (4). Sin embargo, el Programa Nacional de VIH/Sida/ITS estima que el nivel de subregistro podría ser mayor al 50% de los casos (3). El 62% de los casos notificados corresponden al grupo de edad de 20 a 39 años y el 5% al grupo entre 0 y 4 años (4). Según el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, para el año 2011 se estima una prevalencia en población adulta (mayores de 14 años) de 0,83%, el número de personas viviendo con VIH se estima en 69.846, de los cuales 3.119 (4.5%) corresponde a niños menores de 15 años y 22.166 (31.7%) a mujeres de15 años y más. Para el año 2011 ha sido estimado que 7.668 personas se infectaran con el VIH (5). El VIH es un retrovirus cuyo reservorio es el ser humano, su transmisión es por contacto directo o indirecto de sangre o fluidos corporales con una persona infectada (6). Estas formas de transmisión pueden ser por contacto sexual, transmisión perinatal, transfusiones de hemoderivados, trasplantes de órganos, inseminación artificial y por exposición a elementos punzocortantes (7). La infección por el VIH tiene una evolución bien caracterizada que inicia con una fase aguda con sintomatología, que resuelve rápida y espontáneamente, seguido de una fase asintomática o latente y, finalmente, una etapa evidente de deterioro del sistema inmune de la persona que vive con este virus (8). El síndrome viral agudo de la infección primaria (período comprendido entre la infección y el desarrollo de anticuerpos, también llamado período de ventana) se caracteriza por viremia alta y disminución notoria de las células linfocitarias TCD4+, la sintomatología suele ser fiebre, mialgia, artralgia, adenopatía y faringitis entre otros. Después de la fase aguda, se alcanza un equilibrio entre la replicación viral y la respuesta inmune del hospedero; aún en ausencia de tratamiento antirretroviral, este período de latencia clínica puede durar 8-10 años o más. Al final del período de latencia, pueden aparecer diferentes síntomas o enfermedades que no cumplen la definición de Sida, incluyendo leves signos inmunológicos, dermatológicos, hematológicos y neurológicos. El valor de 200 células CD4+/uL de sangre es un punto de corte importante, ya que por debajo de este valor se incrementa el riesgo de aparecimiento de enfermedades oportunistas y neoplasias definitorias de Sida (7). El período de transmisibilidad inicia poco después de iniciarse la infección y dura toda la vida, independientemente de la presencia o no de sintomatología (6), que puede variar su nivel de inefectividad dependiendo de la terapia efectiva (7). El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) de Guatemala, por medio de las normas y procedimientos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, ha clasificado esta infección entre las enfermedades transmisibles, como “Enfermedad de transmisión sexual/VIH/SIDA/Tuberculosis”, cuya notificación es obligatoria (6). Considerando las implicaciones para la sociedad de la pandemia de VIH/Sida, la vigilancia de la infección por VIH y la fase Sida, es fundamental para establecer los mecanismos que mejoren la salud de la población, lo que justifica la metódica recogida de datos, análisis de estos y diseminación de la información. Según refiere los protocolos nacionales de vigilancia de salud pública (8), el sistema de vigilancia para VIH que está en vigencia en Guatemala fue estructurado a partir de julio 2003 y está enfocado a la vigilancia pasiva (por demanda de servicio), vigilancia centinela (grupos vulnerables) y estudios de tamizaje (donadores de sangre y casos de tuberculosis). El objetivo general de esta vigilancia es establecer la prevalencia de VIH y Sida (o VIH avanzado) en Guatemala, identificando los cambios en las tendencias de los casos con la finalidad de establecer acciones preventivas. Como objetivos específicos se contempla la caracterización de casos VIH y Sida, generar información de calidad pertinente para realizar análisis epidemiológicos y planeación en salud, para orientar en forma oportuna y de manera eficaz las acciones que permitan controlar y prevenir esta infección (8). El Hospital Roosevelt es un hospital de tercer nivel, de referencia para toda Guatemala. La Clínica de Enfermedades Infecciosas es una división de seguimiento por consulta externa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de Medicina Interna del Hospital Roosevelt, que atiende a población adulta y pediátrica, primordialmente pacientes que viven con VIH/Sida, pero también se atienden pacientes con otras enfermedades infecciosas. Desde el año 2008, la Clínica de Enfermedades Infecciosas funciona en conjunto y de manera integral las áreas de laboratorio, trabajo social, psicología, consejería, clínicas médicas, farmacia, educación, nutrición, enfermería y administración (9). Un aproximado de 4.500 pacientes que viven con VIH son atendidos en la Clínica de Enfermedades Infecciosas, de los cuales, aproximadamente 3.000 reciben tratamiento antirretroviral, tanto en esquemas de primera línea como de rescate (10). La Clínica de Enfermedades Infecciosas participa en la vigilancia pasiva, identificando y notificando mensualmente los casos de VIH y Sida detectados en los servicios de consulta externa, emergencias y encamamiento del Hospital Roosevelt. Como parte complementaria de la vigilancia pasiva, busca casos en el núcleo familiar y compañeros sexuales de las personas diagnosticadas en la vigilancia pasiva. Los casos detectados son notificados utilizando la “Boleta de notificación de infección por VIH y caso Sida adulto y pediátrico” y mediante la base de datos exportable, según lo establecido en los protocolos nacionales de vigilancia epidemiológica (8). Considerando que a nivel nacional, en Guatemala la Unidad de Atención Integral que diagnostica y atiende a más personas que viven con VIH/Sida es la Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital Roosevelt (10), la información generada por esta institución es sumamente valiosa y es pertinente analizarla epidemiológicamente; por lo que el objetivo de este estudio es caracterizar en tiempo, lugar y persona los casos de VIH/Sida notificados del año 2002 al año 2010 en el Hospital Roosevelt, a fin de determinar cómo deben ser enfocadas las acciones en salud pública.Según el informe sobre la epidemia mundial de sida 2010, a nivel global 33,3 millones de personas vivían con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el año 2009, siendo 2,5 millones menores de 15 años. En ese mismo año se infectaron 2,6 millones de personas y fallecieron 1,8 millones (1). Para la región de América, fue estimado que 3,14 millones de personas vivían con VIH, 171 mil nuevas infecciones por VIH y 96 mil muertes asociadas al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida). Para Guatemala se estimó un total de 65.701 personas viviendo con VIH y 7.557 nuevas infecciones, esto significa 21 personas infectadas diariamente. En Guatemala, al igual que en la mayoría de los países de Centro América, la epidemia de VIH permanece concentrada en los grupos de mayor riesgo: hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras y trabajadores comerciales del sexo y sus clientes (2). Sin embargo, la información desagregada indica que hay zonas en que el VIH presenta características de epidemia generalizada (3). El Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, de enero de 1984 a diciembre de 2010 ha registrado 22.647 casos de VIH y Sida; de estos, 14.802 notificados como VIH avanzado (Sida), 7.761 como VIH y 84 sin clasificación (4). Sin embargo, el Programa Nacional de VIH/Sida/ITS estima que el nivel de subregistro podría ser mayor al 50% de los casos (3). El 62% de los casos notificados corresponden al grupo de edad de 20 a 39 años y el 5% al grupo entre 0 y 4 años (4). Según el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, para el año 2011 se estima una prevalencia en población adulta (mayores de 14 años) de 0,83%, el número de personas viviendo con VIH se estima en 69.846, de los cuales 3.119 (4.5%) corresponde a niños menores de 15 años y 22.166 (31.7%) a mujeres de15 años y más. Para el año 2011 ha sido estimado que 7.668 personas se infectaran con el VIH (5). El VIH es un retrovirus cuyo reservorio es el ser humano, su transmisión es por contacto directo o indirecto de sangre o fluidos corporales con una persona infectada (6). Estas formas de transmisión pueden ser por contacto sexual, transmisión perinatal, transfusiones de hemoderivados, trasplantes de órganos, inseminación artificial y por exposición a elementos punzocortantes (7). La infección por el VIH tiene una evolución bien caracterizada que inicia con una fase aguda con sintomatología, que resuelve rápida y espontáneamente, seguido de una fase asintomática o latente y, finalmente, una etapa evidente de deterioro del sistema inmune de la persona que vive con este virus (8). El síndrome viral agudo de la infección primaria (período comprendido entre la infección y el desarrollo de anticuerpos, también llamado período de ventana) se caracteriza por viremia alta y disminución notoria de las células linfocitarias TCD4+, la sintomatología suele ser fiebre, mialgia, artralgia, adenopatía y faringitis entre otros. Después de la fase aguda, se alcanza un equilibrio entre la replicación viral y la respuesta inmune del hospedero; aún en ausencia de tratamiento antirretroviral, este período de latencia clínica puede durar 8-10 años o más. Al final del período de latencia, pueden aparecer diferentes síntomas o enfermedades que no cumplen la definición de Sida, incluyendo leves signos inmunológicos, dermatológicos, hematológicos y neurológicos. El valor de 200 células CD4+/uL de sangre es un punto de corte importante, ya que por debajo de este valor se incrementa el riesgo de aparecimiento de enfermedades oportunistas y neoplasias definitorias de Sida (7). El período de transmisibilidad inicia poco después de iniciarse la infección y dura toda la vida, independientemente de la presencia o no de sintomatología (6), que puede variar su nivel de inefectividad dependiendo de la terapia efectiva (7). El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) de Guatemala, por medio de las normas y procedimientos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, ha clasificado esta infección entre las enfermedades transmisibles, como “Enfermedad de transmisión sexual/VIH/SIDA/Tuberculosis”, cuya notificación es obligatoria (6). Considerando las implicaciones para la sociedad de la pandemia de VIH/Sida, la vigilancia de la infección por VIH y la fase Sida, es fundamental para establecer los mecanismos que mejoren la salud de la población, lo que justifica la metódica recogida de datos, análisis de estos y diseminación de la información. Según refiere los protocolos nacionales de vigilancia de salud pública (8), el sistema de vigilancia para VIH que está en vigencia en Guatemala fue estructurado a partir de julio 2003 y está enfocado a la vigilancia pasiva (por demanda de servicio), vigilancia centinela (grupos vulnerables) y estudios de tamizaje (donadores de sangre y casos de tuberculosis). El objetivo general de esta vigilancia es establecer la prevalencia de VIH y Sida (o VIH avanzado) en Guatemala, identificando los cambios en las tendencias de los casos con la finalidad de establecer acciones preventivas. Como objetivos específicos se contempla la caracterización de casos VIH y Sida, generar información de calidad pertinente para realizar análisis epidemiológicos y planeación en salud, para orientar en forma oportuna y de manera eficaz las acciones que permitan controlar y prevenir esta infección (8). El Hospital Roosevelt es un hospital de tercer nivel, de referencia para toda Guatemala. La Clínica de Enfermedades Infecciosas es una división de seguimiento por consulta externa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de Medicina Interna del Hospital Roosevelt, que atiende a población adulta y pediátrica, primordialmente pacientes que viven con VIH/Sida, pero también se atienden pacientes con otras enfermedades infecciosas. Desde el año 2008, la Clínica de Enfermedades Infecciosas funciona en conjunto y de manera integral las áreas de laboratorio, trabajo social, psicología, consejería, clínicas médicas, farmacia, educación, nutrición, enfermería y administración (9). Un aproximado de 4.500 pacientes que viven con VIH son atendidos en la Clínica de Enfermedades Infecciosas, de los cuales, aproximadamente 3.000 reciben tratamiento antirretroviral, tanto en esquemas de primera línea como de rescate (10). La Clínica de Enfermedades Infecciosas participa en la vigilancia pasiva, identificando y notificando mensualmente los casos de VIH y Sida detectados en los servicios de consulta externa, emergencias y encamamiento del Hospital Roosevelt. Como parte complementaria de la vigilancia pasiva, busca casos en el núcleo familiar y compañeros sexuales de las personas diagnosticadas en la vigilancia pasiva. Los casos detectados son notificados utilizando la “Boleta de notificación de infección por VIH y caso Sida adulto y pediátrico” y mediante la base de datos exportable, según lo establecido en los protocolos nacionales de vigilancia epidemiológica (8). Considerando que a nivel nacional, en Guatemala la Unidad de Atención Integral que diagnostica y atiende a más personas que viven con VIH/Sida es la Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital Roosevelt (10), la información generada por esta institución es sumamente valiosa y es pertinente analizarla epidemiológicamente; por lo que el objetivo de este estudio es caracterizar en tiempo, lugar y persona los casos de VIH/Sida notificados del año 2002 al año 2010 en el Hospital Roosevelt, a fin de determinar cómo deben ser enfocadas las acciones en salud pública.