Description

El 12 de enero del 2010, a las 16:53 horas, se registró un terremoto cuyo epicentro fue a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, Haití, el cual tuvo una magnitud de 7,0 grados en la escala de Ritchter y una intensidad de IX en la escala de Mercali y se acompaño de numerosas replicas, algunas de ellas superiores a 6 grados. El efecto del terremoto fue devastador en gran parte de Puerto Príncipe, dejando como consecuencia más de 200.000 muertos, aproximadamente 300.000 lesionados y más de un millón de desplazados. Como consecuencia del desplazamiento hubo atención de lesionados y conformación de albergues en diferentes provincias de República Dominicana. Ante la necesidad de conocer las necesidades en los albergues al mes del terremoto se realizó observación de las instalaciones y fueron encuestados los coordinadores de los albergues. Se visitaron 13 albergues distribuidos en 5 provincias: Distrito Nacional (6), Barahona (2), Independencia (2), Santo Domingo (2) y San Cristóbal (1). Nueve (69%) eran coordinados por organizaciones religiosos. En estos habían 243 haitianos, cuya mayoría estaban en proceso de recuperación médica, algunos acompañados de sus familiares. El número de albergados ha ido en descenso. En estos albergues habían 152 (62,5%) personas del sexo femenino; 102 (42%) eran menores de 15 años y 54 (22%) personas que quedaron discapacitadas por el terremoto. Todos los albergues suministran alimentos, agua embotellada o clorada y transporte a los discapacitados que necesitan ser atendidos en los diferentes servicios de salud, producto de donaciones de voluntarios, cooperación internacional o a través de los comedores económicos del Plan Social de la Presidencia de la República Dominicana. Cada albergue tenía alimentos almacenados para hasta 60 días, contaban con depósito de desechos sólidos, servicios de luz, teléfono y alcantarillado; cinco (38%) albergues clasifican los desechos en comunes y biomédicos y su recolección es realizada cada 24 a 48 horas. En promedio cada albergado tiene 12 mts2 de área construida en el albergue. El índice de ocupación de cama era de 1 en promedio (rango=1-2), las camas dobles en su mayoría eran para parejas o padres que cuidaban a un menor. En 12 (92 %) albergues cada persona tiene 3 o más mudas de ropas, dos o más toalla para aseo personal. Todos cuentan con inodoros fijos o sanitario móviles. Dos albergues no cuentan con disponibilidad de duchas para baño. En ocho albergues ofrecían servicios de salud mental y en cinco servicios de rehabilitación. Solamente en cuatro hay expedientes clínicos para el seguimiento diario de los pacientes. En dos albergues no estaban adecuadamente organizados la ropa, comida, agua y alimentos donados. Se recomendó que las autoridades locales eduquen a los coordinadores y personal de aseo del albergue sobre el cumplimiento de la Guía para el manejo seguro de desechos y residuos peligrosos; contar con un registro estandarizado y actualizado de información en cada albergue; mantener un registro médico para cada persona en recuperación. Se recomendó brindar soporte de rehabilitación y salud mental a todas personas que lo requieran, con énfasis en aquellas con discapacidad o alguna sintomatología psiquiátrica y brindar apoyo emocional a través de diferentes actores sociales, como grupos juveniles, religiosos. etc.